Durante situaciones difíciles, como la actual, muchas organizaciones entran en pánico y comienzan a reducir sus costos de publicidad. Esto lleva al hecho de que el negocio sobrevive por un tiempo solo a expensas de la base de clientes actual. Este enfoque te ayudará a mantenerte a flote durante algún tiempo, pero no a largo plazo porque no habrá afluencia de nuevos clientes.
Como resultado, la empresa simplemente dará paso a competidores que no han dejado de hacer publicidad.
En primer lugar, debe comenzar con lo principal: con la pregunta: “¿Qué estamos publicitando?”
Primero, analice la demanda de sus ofertas: haga un análisis competitivo, hable con su público objetivo. Si el producto no es competitivo, la publicidad no ayudará a mantener las ventas. Incluso el champú y el acondicionador para rubios pueden volverse impopulares si no se anuncian.
Segunda pregunta: “¿Para quién lo vendemos?”
Segmenta a tus clientes. No hablemos de la segmentación tradicional, que es necesaria en cualquier momento, haya crisis o no. Sin embargo, en el momento en que es necesario optimizar el presupuesto publicitario, es importante eliminar literalmente a los clientes, cuya eficiencia de trabajo es muy baja. A menudo les quitan mucho tiempo a los estilistas, pero los ingresos que obtienen de ellos son mínimos.
